viernes, 3 de octubre de 2014

REGRESO al COLOR DEL MALDITO CRISTAL

DE MOMENTO es un retorno breve para decir que este blog no ha pasado a mejor vida, que sigue vivito y coleando y que tengo previsto añadir nuevos escritos, con el complemento, cuando sea necesario, de las correspondientes imágenes, aunque habrá ocasiones en que serán los textos los acompañantes. 

Como en este momento no tengo nada terminado voy a añadir una narración que ha sido publicada por la Editorial Club Universitario, "CALLEJEO FUTURISTA"

Espero que no sea un delito, dado que es una de las  diversas narraciones que componen el libro, editado el año pasado con el título de "RELATOS URBANOS 2013", a partir del concurso del mismo nombre en el que obtuve uno de los accésits. Se presentaron cerca de 300 relatos, se seleccionaron 42 para ser publicados y se premiaron 6. 

Para quienes siguen este blog desde fuera de España y no conocen las peculiaridades de la vida aquí, les comento que entre Alicante y San Juan Playa hay un par de kilómetros, que los personajes de los que escribo son ficticios, así como las situaciones, aunque unos y otras estén remotamente basados en lo que da de sí la variada fauna política del país. ¡Dios me libre!, de tener en mente algún caso concreto! Si hay similitudes, es pura casualidad.

CALLEJEO FUTURISTA


U
n día espléndido. No podía ser de otra manera teniendo en cuenta la magnitud del evento que se celebra: la inauguración del AVE directo entre Alicante y San Juan Playa. Una comunicación ferroviaria, largamente esperada, que dinamizará hasta límites insospechados el desarrollo de la ciudad. El hecho de dar un rodeo por Benidorm, Alcoy, Villena, Elda y Novelda, no supone más que un pequeño retraso, sobradamente compensado por el hecho de unir todos estos maravillosos enclaves. Por otra parte, tiene su explicación: era la única manera de que el tren pudiera alcanzar los 240 kph durante, al menos, 20 segundos. Con el trayecto directo era imposible conseguirlo, a pesar de que se demolió una montaña, diez edificios históricos, una Residencia de Ancianos y se expropiaron doscientas viviendas, amén de aprovechar parte de la infraestructura de la línea de tranvía terminada en el 2010 y que nunca llegó a entrar en servicio. Servidumbres del progreso…
He venido de San Juan porque no quería perderme este acontecimiento histórico. Me he visto obligado a dejar el coche en las afueras. Bueno, quizás “obligado” no sea la palabra adecuada: se nos ha “sugerido” hacerlo. Algo natural, no hay que buscarle tres pies al gato, pero un señor mayor ha dado la nota, argumentando que era una barbaridad acordonar la ciudad por el mero hecho de que viniera el Presidente a inaugurar la línea. Unos policías le han tenido que llamar al orden para hacerle entrar en razón porque, todo hay que decirlo, lo ha dicho con un tono de voz inadmisible. El hombre ha comprendido lo incorrecto de su actitud y se ha alejado. Cojeando, por cierto. Es curioso, porque no me pareció advertirlo cuando se acercó a ellos, aunque, tampoco es que estuviera pendiente de sus movimientos…
Muy diferente ha sido la actitud del sanitario de una ambulancia y de los familiares que acompañaban a la víctima de un infarto, que se han hecho cargo de la imposibilidad de continuar hacia el Hospital. La hija del hombre ha sido la única que no parecía asimilar la necesidad de hacerlo y durante unos minutos ha suplicado -de manera destemplada e incluso histérica, por cierto- que les permitieran continuar. Se estaba poniendo impertinente, pero ha facilitado las cosas que su padre se muriese mientras tanto, acabando con la polémica. Salvado este pequeño incidente, típico en este tipo de eventos, en los que siempre hay alguien que se muere, es despedido por llegar tarde a su trabajo o pierde un buen negocio por llegar después que sus rivales, todo ha sido perfecto.
Llegar al contorno de la zona de alta seguridad en la que se encuentra la estación, me ha permitido dar un paseo por los lugares más emblemáticos del Nuevo Alicante. Ya tenía ganas de hacerlo pero por diversas circunstancias me había resultado imposible. Los cambios son consecuencia directa de la aprobación de la Nueva Constitución, que consagra a España como Reino Corrupto y Bananero, siguiendo el ejemplo de países punteros en este tipo de estados.
La nomenclatura de avenidas, calles, plazas y jardines ha sufrido un cambio radical. Se ha pretendido homenajear a las personas más corruptas del país, sin olvidar algunas extranjeras que significaron un buen ejemplo para los aborígenes. He iniciado el paseo por la “Plaza de Luis el Cabrón”, en homenaje a un ilustre exportador de capital y maestro contable. En ella desembocan las avenidas de “El Cortefiel”, “Louis Vuitton”, “El yate” e “Ikea-Rabasa”, que son los nombres con que el populacho ha rebautizado a las cuatro personalidades enaltecidas, substituyendo sus nombres por la actividad delictiva que les proporcionó fama y fortuna. A la Plaza de “Al Capone” -ilustre “ganster” americano- en donde empieza la zona acordonada, se puede llegar por las avenidas de “El kamikaze” y “El violador”, dedicadas al intrépido conductor que circuló en sentido contrario durante un montón de kms y al notorio especímen urbano que hizo vibrar a una veintena de pobres desgraciadas. Mención aparte merecen las coquetonas glorietas de “El Cese Simulado” y “La Indemnización en Diferido”, en homenaje a la insigne oradora Dolores, la “Cicerona de la Mancha”.
Durante el recorrido he visitado el “Museo de las Investigaciones Paralizadas”, en donde se guarda toda la documentación escrita, oral o filmada, con las declaraciones de testigos e implicados y las escuchas telefónicas, así como el listado de jueces y fiscales depurados por pretender llevar a juicio a los imputados. Acusados que, a día de hoy, son un verdadero ejemplo para los ciudadanos. El amplio vestíbulo de entrada ha sido bautizado como, “El Hall de los Presuntos Culpables”. Ejemplar. Sencillamente, ejemplar.
Otro día callejearé por nuevos lugares que me recordarán a otros prestigiosos corruptos. Son tantos los merecedores de que conste su nombre en una placa…










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