domingo, 8 de marzo de 2015

LIBROS Y DOCUMENTALES "HISTÓRICOS"

GATO POR LIEBRE

Ayer, viendo el documental de Oscar Perez y Mía de Ribot"Hollywood talkies", a través de un enlace que puso Emilio Bcn en "Amics de Barcelofilia", me acordé de un libro que leí hace muchos años: "La muerte de Durruti", de Joan LLarch.

Dios me libre de calificar de "malos", documental y libro, pero sí de no dar lo que anuncia, al menos para un espectador o lector, según sea el caso, que pretende saber "más" sobre un tema del que tiene ciertos conocimientos. Y si no los tiene y pretende conseguirlos, pues apañado va, porque libro y documental están en la línea de, "la Historia vista por Hollywood". 

"Hollywood talkies" es un documental que ha ido a festivales de cine, obtenido críticas elogiosas y ha sido emitido por televisión. Es evidente, por tanto, que debe tener unos valores que lo hacen merecedor del reconocimiento y que yo no he visto -o sabido ver- por ninguna parte.

En cuanto al libro, mediada su lectura, el mismo día de su compra, me pareció un timo, independientemente de su calidad literaria o de lo interesante que pudiera ser lo que se explicaba, que no tenía nada que ver con el título.

¿Cuál es entonces la cuestión que provoca que el documental lo viera, acelerando para convertir la hora y algo en diez minutos, y el libro lo dejara sin terminar y un uno de mis cambios de domicilio lo dejase abandonado a su suerte? 

Dar gato por liebre y hacer interminable lo que se podía contar en la quinta parte de espacio o tiempo. Esa es la cuestión.

Escribir el libro "definitivo" para desentrañar el misterio sobre la extraña muerte del líder anarquista Buenaventura Durruti, dar cuatro palos de ciego, no resolver nada y dedicar la mayor parte del libro a escribir sobre la Guerra Civil, es un timo si se está vendiendo como aclaración de un enigma.

De forma parecida, hacer un documental sobre los actores y actrices españoles que fueron a Hollywood para incorporarse a las versiones españolas de películas americanas, a base de unas cuantas anécdotas, de una fotos -en las que no se molestan en identificar a quienes aparecen y que se mantienen en pantalla de una forma exagerada- y una infinidad de secuencias "de playa", que los autores sabrán el porqué de su reiteración; convierten el documental en otro timo. 
Y lo es, porque no da lo que dice. Esa recreación argumental -o lo que sea- a partir de un material tan escaso puede tener su razón de ser y permitir un documental como ese, que me parece muy respetable, pero que está muy lejos de la realidad y no pasa de ser una nimiedad.

El documental, por cierto, ha tenido los siguientes reconocimientos:
Festival 4+1: Sección oficial. Fuera de concurso.
Festival de Venecia. Sección Panorama.
Festival de Gijón. Sección Rellumes.
Premios Gaudí. Nominación mejor documental.
BAFICI. Sección oficial.













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