domingo, 3 de enero de 2016

SARA MONTIEL, LOLITA Y LA ANÉCDOTA CONFUNDIDA



NOCHEVIEJA EN ANTENA 3


Afecto y admiración mutuos
En Nochevieja, antes de las campanadas de Fin de Año, Águeda y yo vimos el programa-resumen de auto-bombo de Antena 3, alternando con rápidas ojeadas a otras cadenas para comprobar si ponían algo que fuera más digerible. En dicho programa resumieron diversos momentos de sus programas más destacados. Y, ¡cómo no!, por allí andaba la inefable Lolita dispuesta a hacer notar mediante una anécdota lo importante que fue su madre.


Según Lolita, Sara Montiel recibió un obsequio de Lola Flores  -que no recuerdo qué dijo que fue-, que le trajo tanta suerte que cambió su vida. La película “El último cuplé”, protagonizada por Sara Montiel, se convirtió en un éxito impresionante y, como consecuencia poco menos que directa, pudo irse a Hollywood, conoció al director Anthony Mann, se casó con él, hizo varias películas…

Escrito así queda muy soso pero contado con la facilidad de palabra, gracejo y modestia –sobre todo, modestia- que caracteriza a la incomparable Lolita, la cosa cambia. Casi tanto como su versión de los hechos comparado con lo que sucedió en realidad.

Lamentablemente, sobre todo para los espectadores que se creyeron lo que explicó Lolita, lo cierto es que ese viaje a Hollywood se produjo en 1953, cuatro años antes del estreno de El último cuplé. Por esas fechas, Sara Montiel llevaba tres años en México, a donde había emigrado al ver claro que el Cine Español, maniatado por una censura brutal -y desconcertante en ocasiones- tenía pocas salidas. Y su futuro en él, menos todavía con una manera de ser como la suya. Su llegada coincidió con la mejor época del cine mejicano. En un ambiente de mayor libertad protagonizó catorce películas en tres años. Sin embargo, México no colmaba sus expectativas y se trasladó a Hollywood, en donde la Columbia le ofreció un contrato de siete años que rechazó, prefiriendo no ligarse a tan largo plazo. Protagonizó Veracruz junto a Gary Cooper y Burt Lancaster, conoció a Anthony Mann, se casó con él, protagonizó dos películas más y después regresó a España para filmar El último cuplé. La película tuvo un éxito que sorprendió a la propia empresa. Para no desmerecer cuanto explicó Lolita, es aquí donde el regalo de Lola Flores pudo ser clave; pero, clave-clave; para que la película triunfara.
 
Como en la foto anterior
Lo que son las cosas; casi todos pensábamos que el éxito de la película se debía a la personalidad de Sara Montiel, a los cuplés, a un bien escogido reparto, a la sabia dirección de Juan de Orduña, a ser estrenada en un momento idóneo para que un público nostálgico de la época que se rememoraba reaccionara masivamente... Y “el boca a boca”, que funcionó a las mil maravillas, sobre todo entre personas que habían vivido aquella época, cualquiera que fuese su edad. Recuerdo perfectamente que mis padres fueron a verla –al cine Montecarlo de Barcelona si la memoria no me falla- por recomendación de unos amigos y ellos, a su vez, se convirtieron en trasmisores de lo bien que lo habían pasado. 

Fue una cadena.... 
¿O lo que fue una cadena es lo que le regaló Lola Flores a Sara Montiel?




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