ENAMORAMIENTOS DE CINE
A
raíz de un escrito de mi amigo Euge sobre los Amores de Cine y los
impulsos que pueden llegar por este concepto y al mismo tiempo, la
extrema sensibilidad que vive el enamorado mitificando a ese ser que en
ese momento o en miles de momentos siguientes o a lo largo de toda su
vida le dedica en cuerpo y alma, bien pues no pude evitar recordar y
revivir tal experiencia en mi vida y a muy corta edad.
Supongo
o quiero suponer que debía ser durante el mes de mayo o junio de pasado
ya el meridiano de los años 60, no creo ni que llegara en esa época a
los 10 años, pues bien, tenía una vecina justo en la puerta de delante
de la mía que trabajaba en lo que se denominaba “taquillera de cine” ,
ya entonces era bastante mayor o desde mi prisma yo la veía muy mayor
que, ahora ni me atrevería a ponerle edad porque probablemente estoy
incluso por encima de la que entonces debía tener y como es lógico si
dijera un número u otro es más que probable que pudiera herir
sensibilidades, las mías primero.
Pero
bueno, no debo irme por las ramas, corría las fechas que os indico y la
buena señora, después de pedirle permiso a mi madre me llevó a ver una
película en el cine que ella trabajaba “EL ARISTOS”. Este cine se le
consideraba un cine de “estreno” eso significaba que no era de sesión
doble y fui a ver “Guapa, Intrépida y Espía” protagonizada por Raquel
Welch y Tony Franciosa que, para nada era apta, bueno y además tenía los
cortes necesarios de la “censura” y ni se hubiese podido pasar por la
cabeza haber dejado entrar un niño. Entiendo que por este echo, la pobre
Sra. Carmen supongo que se ganó el infierno o quizá años más tarde,
después de muerta, le ocasionó estar una buena temporada en el
Purgatorio que era una sala especial; pero bueno de eso ya hablaremos
otro día.
Mi
enamoramiento fiero y loco, terminó con la misma rapidez que empezó;
pero quedó lo que decía al principio, la sensibilidad, el cariño del
recuerdo. También tengo que decir que ha durado siempre mi admiración
por esa actriz en todos los aspectos. Ya más tarde, en otra de sus
películas que se llamaba “Hace un millón de años..” la admiración fue
distinta y entonces ya no jugaba con mis amigos en la calle y parece
mentira que para la época que era… un millón de años atrás, lo bien que
se podían hacer “bikinis” con pieles de animales… increíble!.
Mi
último enamoramiento cinematográfico, nada más y nada menos que de
“Sharon Stone” curiosamente somos de la misma edad, a su favor hay que
decir que ella se maquilla.
Cuándo
me enamoro de ella? Como es evidente viendo la película “Instinto
Básico”; pero no precisamente en el momento del “cruce de piernas” que,
si bien es muy bueno, no me impactó tanto como toda la película en
general.
En
cambio, ese estado idílico me duró justo hasta el final de ese mismo
año del estreno, porque se le ocurrió hacer el anuncio de una conocida
marca de “CAVA”, hasta ahí perfecto, el problema fue que la peinó y le
cortó el pelo, para mi gusto, el enemigo público número uno (que es el
título de otra película) y que no se de quien se trataba; pero que
después de los años, tendrían que quitarle la licencia de peluquero y
destrozó e hizo añicos mi bola de cristal.
Cuando
escribo estas líneas y ya termino, no puedo evitar pensar en el niño
aquel sentado en esa butaca de la fila “no me acuerdo”, levantándome
para coger la mano de la Sra. Carmen y mientras voy saliendo dirección
a la calle observo cómo el CINE ARISTOS, va cambiando para convertirse
en “TEATRO MORATIN”, apenas doy unos pasos más y se transforma otra vez y
me saluda “BELLE ÈPOQUE” y por último cuando estoy a punto de salir a
la calle estoy en la puerta de “LUZ DE GAS”, le sigo dando la mano a la
Sra. Carmen y veo en sus ojos una pequeña lágrima y ella se queda
mirando en la esquina superior izquierda, todavía hoy se puede leer a
modo de homenaje una palabra encantadora y llena de nostalgia “ARISTOS”.
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